lunes, 4 de agosto de 2008

Calvino y el Gobierno Civil


Aquí van algunas citas del mismo Juan Calvino acerca de los gobernantes (hay que siempre buscar las fuentes primarias) escogidas por el Dr. Hermisten Costa, brasileño, quien es uno de los mayores especialistas sudamericanos en Calvino.

¡Disfruten, analicen y comenten!


"[David] prescribe una norma a los reyes terrenos, a saber: que, habiéndose consagrado al bien público, su único deseo para que sean preservados es el bien del pueblo. Cuán lejos de esto se encuentra la realidad, ni es necesario decirlo. Cegados de soberbia y presunción, los reyes desprecian el resto del mundo, como si su pompa y dignidad los elevara totalmente sobre el estado común del hombre. Ni siquiera es ya de admirar que la humanidad sea tan insolentemente y de forma tan habitual pisoteada por los pies de los reyes, ya que la mayoría de ellos rechaza y desprecia cargar la cruz de Cristo"(Comentario al Salmo 28, versículo 9)


"La razón por la cual debemos estar sujetos a los magistrados es que ellos fueron designados por la ordenanza divina. Si la voluntad de Dios es que el mundo sea gobernado de esta manera, entonces aquellos que desprecian su autoridad se están esforzando por subvertir el orden divino y están, por lo tanto, resistiendo a Dios mismo, ya que despreciar la providencia de aquel que es al Autor del gobierno civil es declarar la guerra contra Él mismo." (Comentario a Romanos 13.1)


"[Dios] designó a los magistrados para que gobiernen el mundo de forma justa y legítima. Aunque las autoridades dictatoriales e injustas no deben ser clasificadas como gobiernos según el orden, sin embargo, el derecho de gobernar es ordenado por Dios objetivando el bien estar de la humanidad." (Comentario a Romanos 13.1)


"Su administración no debe ser hecha en función de sí mismos, sino objetivando el bien público. Ni tienen ellos poderes ilimitados, sino que su autoridad se restringe al bienestar de sus súbditos. Em resumen, son responsables ante Dios y ante los hombres por el ejercicio de su magistratura. Una vez que fueron escogidos y delegados por Dios mismo, es delante de Él que son responsables." (Comentario a Romanos 13.4)

martes, 8 de julio de 2008

Calvino para el siglo XXI


Nuestra convicción es básica, firme e irreductible: las enseñanzas y, sobre todo, la cosmovisión que Juan Calvino nos legó no sólo han sido elementos claves para la historia de la modernidad occidental en el pasado, sino también son el marco general y los pilares desde los cuales debemos construir el futuro de nuestras naciones y culturas.

El proyecto moderno iluminista, proclamado con tanta vehemencia en Alemania y Francia en el siglo XVIII y después en todo el occidente, es lo que quedó de una herejía que se desprendió del calvinismo. Los iluministas no comprendieron que conceptos y prácticas tales como la democracia, la libertad de expresión y conciencia, la iniciativa privada (tanto en la economía como en las ciencias y las artes), la separación iglesia-estado, etc. sólo tienen sentido real y sólo son benéficas para la sociedad humana cuando se fundamentan en la fe de que Dios es el absoluto Soberano de todas las esferas del cosmos que Él creó para Su propia gloria. Esta es la roca y fundamento sin la cual los pilares, por muy hermosos que sean, difícilmente se pueden sostener por mucho tiempo.

Hoy vivimos el colapso del proyecto moderno iluminista y, parafraseando a Habermas, necesitamos retomar el proyecto original: pero no el de Kant (aquí nos apartamos de Habermas), sino el de la Reforma.